La importancia de la fruta

Las frutas forman parte de los alimentos con mayor cantidad de nutrientes y sustancias naturales muy beneficiosas para la salud. Aportan vitaminas y minerales, principalmente vitamina C. Hidratan el organismo. Son diuréticas y depuradoras. Estimulan la función hepática y renal y ayudan al correcto funcionamiento del aparato digestivo gracias a su contenido en fibra. No aportan grasas (excepto los frutos secos, olivas, aguacates y cocos que aportan aceites beneficiosos para el organismo). Más de la mitad de la vitamina A y casi toda la vitamina C que nuestro cuerpo necesita, la proporcionan las frutas.

Las frutas tienen la ventaja de que podemos consumirlas crudas, por lo que se aprovechan todos sus nutrientes. Sus beneficios se extienden al funcionamiento de nuestro metabolismo. Rejuvenecen e hidratan nuestra piel y órganos vitales, procurando valiosas sales a nuestro organismo. Comer fruta es sinónimo de salud.

La fruta debe consumirse a diario ya sea sola, en ensalada, macedonia, zumos…etc. Una buena costumbre sería empezar el día tomando fruta o un zumo natural. Un vaso de zumo equivale a una ración de fruta y su valor alimenticio es similar al de la fruta de la que procede. El zumo es una forma rápida de ingerir fruta.

Igual que con las verduras y hortalizas, es importante saber cuando podemos consumir la fruta de temporada para aprovechar al máximo todas sus propiedades nutricionales. Cuando la fruta es cultivada de forma natural, saben y sientan mucho mejor.

Propiedades de algunas frutas.-

No podemos hablar de todas las frutas que existen ya que son muchísimas. Hemos elegido unas cuantas entre las más comunes. Las temporadas que indicamos son para el hemisferio norte. En el hemisferio sur serán otras.

Aguacate: Es muy energético y se usa como una mantequilla vegetal. Contiene vitamina D, potasio, calcio, fósforo y magnesio. Evita la formación de colesterol. Previene la arteriosclerosis. Impide la fragilidad de los huesos y dientes. Combate la dermatitis, las arrugas de la piel y es antiinflamatorio. Mantiene en buen estado el sistema nervioso. Temporada: de junio a octubre.

Albaricoque: Es muy recomendable para la posible prevención del cáncer. Secos, (orejones) son ricos en potasio, ayudan a deshacerse del exceso de agua y sal y combaten el estreñimiento. Es rico en vitamina A, B1, B2 y C. Son una gran fuente de hierro. Ayudan a prevenir la mala visión nocturna, afecciones de la piel y sistema respiratorio. Temporada: de mayo a agosto.

Breva: Es muy favorable para la salud, en especial para las mujeres. Ayuda a combatir la osteoporosis. Contrarresta las enfermedades de la mujer, miomas, amenorreas, dismenorreas y cólicos menstruales. Mejora la piel controlando la perdida de colágeno y elastina. Detiene la caída del cabello. Su líquido lechoso elimina las verrugas. Temporada: de junio a julio.

Cereza: Son una de las pocas fuentes alimenticias que contienen melatonina, un antioxidante que ayuda a regular el ritmo cardíaco y los ciclos de sueño. Son laxantes y digestivas. Rica en hidratos de carbono, sobre todo en fructosa. Aporta cantidades significativas de fibra que mejora el tránsito intestinal. Ayudan en la prevención de pérdida de memoria. Contiene vitamina A, C y E. Debido a sus poderosos beneficios antiinflamatorios, pueden actuar en reducir el dolor. Temporada: de mayo a julio.

Ciruela: Fruta rica en fibra que proporciona un efecto laxante suave y seguro. Tiene un alto contenido en vitaminas además de muchas sales minerales de hierro, calcio, magnesio, potasio y sodio. Son antianémicas por su alto contenido en hierro. Ideales para los niños y personas de edad avanzada. Temporada: de junio a agosto.

Fresa: Las hojas machacadas de la fresa, aplicadas sobre la piel es un buen remedio para evitar las arrugas. Contiene hierro, ácido fólico, ácido salicílico y vitamina C y E. Es diurética y antirreumática. Disminuye el nivel de colesterol. Antiinflamatoria y astringente. Mineralizante, tiene virtudes antianémicas y reconstituyentes. Muy adecuada en la época de crecimiento. Recomendable ya que su consumo podría ayudar en la prevención del cáncer. Su consumo regular ayuda a tratar la hipertensión. Temporada: febrero a mayo.

Higo: Tienen vitamina A, C y D e incorporan a su composición una importante diversidad de minerales como hierro, magnesio, potasio, sodio, calcio, fósforo y silicio. Recomendado para problemas de osteoporosis y menopausia. Es laxante, diurético y un excelente pectoral. Tanto frescos como secos son un excelente tónico para las personas que realizan esfuerzos físicos o intelectuales. Temporada: julio a septiembre.

Kiwi: Se encuentra entre las frutas con más contenido de vitamina C. Puede ayudar a prevenir la aparición de muchas enfermedades, entre ellas el cáncer. Ayuda a rebajar la hipertensión. Muy recomendado durante la menopausia ya que ayuda a disminuir los sofocos. Reduce el estrés. Por su contenido en vitamina V y E, ayuda en la prevención de enfermedades de los ojos. Favorece la circulación de la sangre. Temporada: de octubre a marzo.

Limón: Ocupa un primer lugar entre los frutos curativos, preventivos y de aporte vitamínico. Es un gran eliminador de toxinas y un poderoso bactericida. Posee abundante vitamina C que refuerza las defensas del organismo para evitar enfermedades, sobre todo de las vías respiratorias. Temporada: de noviembre a mayo.

Mandarina: Es antioxidante, por lo que es bueno consumirla para prevenir enfermedades degenerativas. Rica en vitamina C. Contiene potasio, necesario para el correcto desarrollo del metabolismo celular, y calcio, que fortalece los huesos y dientes. Contiene altos niveles de fibra que pueden ayudar a evitar enfermedades cardiovasculares, estreñimiento, cáncer de colon y obesidad. Temporada: noviembre a marzo.

Manzana: La piel de la manzana posee sustancias con propiedades sumamente importantes para la salud. Es por eso que se recomienda consumirlas con cáscara para obtener así todos sus beneficios. Ayuda en la prevención del desarrollo de ciertas enfermedades y algunos tipos de cáncer. Es una de las frutas mas completas que hay. Contiene vitamina E y una pequeña cantidad de vitamina C. Tiene efectos diuréticos y previene o mejora el estreñimiento. Temporada: agosto a enero.

Melocotón: Es muy saludable y está considerado uno de los 20 alimentos esenciales para una vida sana. Contiene vitaminas A, C, B1, B2 y B6. Rico en minerales. Puede ayudar en la prevención de problemas cardiovasculares y degenerativos. Refuerza el sistema inmunológico. Ayuda a controlar el azúcar en sangre. Es bueno para el colesterol. Tiene un gran poder laxante. Temporada: mayo a septiembre.

Melón: Su valor calórico es bajo. Contiene pequeñas cantidades de proteína y aporta fibra al organismo. Es una fruta rica en potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y vitaminas C, A y del grupo B. Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón, enfermedades degenerativas y el cáncer. Por su alto contenido de agua, el melón es un hidratante ideal para deportistas y personas en general. Temporada: junio a septiembre.

Naranja: Es abundante en vitamina C, flavonoides y aceites esenciales. Ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades. Posee cantidades significativas de potasio, magnesio y calcio. El magnesio está relacionado con el buen funcionamiento del intestino, nervios y músculos, además de formar parte de los huesos y dientes. Se recomienda para la prevención de infecciones o resfriados, ya que mejora el sistema inmune. En zumo posee acción depurativa. Temporada: noviembre a abril.

Pera: Por su bajo contenido en sodio e hidratos de carbono, alto en potasio, las peras resultan muy recomendables para la diabetes, hipertensión arterial o afecciones cardiovasculares. Contiene cantidades moderadas de vitaminas C, vitaminas del grupo B (B1, B2 y en menor proporción B3 y B6) y vitamina E. El zumo de pera ayuda a proteger el aparato cardiovascular. Temporada: julio a noviembre.

Piña: Tiene vitaminas, minerales, fibra y enzimas que son buenas para el sistema digestivo, lo que ayuda a mantener el peso ideal y una nutrición equilibrada. Las piñas son una gran fuente de vitamina C. Tiene propiedades diuréticas y evita la retención de líquidos. Contiene micronutrientes que protegen contra el cáncer, además de disolver los coágulos de sangre que podríamos formar, siendo beneficiosa para el corazón. Tiene propiedades antiinflamatorias. El jugo de la piña alivia trastornos intestinales y combate y elimina parásitos. Temporada: octubre a mayo.

Plátano: Rico en hidratos de carbono por lo cual constituyen una de las mejores maneras de nutrir de energía vegetal nuestro organismo. Favorece la eliminación de líquidos. Resulta esencial para el tratamiento de enfermedades como la hipertensión, gota y enfermedades reumáticas. Muy adecuado para la gastritis y úlceras digestivas. Rico en vitamina C y vitamina A. Ideal para el fortalecimiento de la mente. Muy adecuado para retrasar problemas de senilidad. Temporada: enero a diciembre.

Pomelo: Fuente importante de vitamina C. Se recomienda para la ayuda en la prevención del cáncer. Contiene también pequeñas cantidades de las vitaminas B1, B2, B3, B5, B6 y E. Mejora la circulación de la sangre, al mismo tiempo que refuerza los capilares y da elasticidad a las paredes arteriales. Es muy efectiva contra las várices. Combate eficazmente la hipertensión. Temporada: diciembre a abril.

Sandía: Ayuda a conservar la piel en buen estado y tener un cabello brillante y bonito. Rica en vitamina A, B3, B6 y C. Podría ayudar en la prevención de numerosos tipos de cáncer. Es antioxidante. Disminuye el colesterol. Reduce la hipertensión y protege el aparato digestivo. Adecuada para prevenir el estreñimiento. Resulta ideal en la cicatrización de heridas producidas por traumatismos, cortes, quemaduras, cirugía. Temporada: junio a agosto.

Uva: Favorece y estimula la circulación sanguínea, la elasticidad de las arterias, venas y capilares. Estimula la energía y combate la fatiga. Contiene vitamina A y C. Es antioxidante, blanqueador y regenerador celular. Temporada: septiembre a diciembre.

La fruta no solamente podemos comerla, sino que a nivel externo es una buena manera de lograr una piel perfecta. Debido a las altas cantidades de vitaminas y ácidos naturales que contienen, una mascarilla a base de fruta es una de las mejores maneras de devolver a la piel la suavidad y limpieza que necesita. Veamos algunos ejemplos.

Mascarilla de manzana. Para iluminar la piel y nutrir las células más superficiales. Cortar a trozos una manzana entera incluida la piel. Cocer durante unos minutos, cuando esté blanda machacar hasta lograr una pasta. Dejarla enfriar y aplicar en el rostro. Dejar actuar unos quince minutos. Retirar con agua tibia y luego con agua fría para cerrar los poros.

Mascarilla de pera. Para cutis graso. Pelar la pera y triturarla con unas gotas de zumo de limón hasta obtener una pasta cremosa. Aplicar sobre el rostro limpio incidiendo en las zonas más brillantes. Dejar actuar durante quince minutos y retirar con agua fría.

Mascarilla de aguacate, plátano y fresas. Para cutis seco. Triturar medio aguacate, un plátano, tres fresas maduras y una cucharada de aceite de oliva. Aplicar sobre el rostro y cuello y dejar actuar durante veinte minutos y retirar con agua fría.

Mascarilla de naranja. Antienvejecimiento. Para un buen resultado debería aplicarse diariamente. Aplicar rodajas de naranja con piel incluida y dejar actuar unos veinte minutos. Lavar la cara con agua fría.

Kiwi para el contorno de ojos. Tiene, al igual que el pepino, propiedades relajantes para la zona del contorno de ojos. Colocar una rodaja de kiwi sobre los ojos mientras tenemos la mascarilla. Nos ayudará a aumentar el aporte vitamínico que la piel necesita.

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